Derramen, derramen, lentas lágrimas
y laven sus pies
que trajeron desde el cielo la noticia
y al Príncipe de la Paz.
No cesen, ojos húmedos
De implorar su misericordia,
para gritar por venganza,
el pecado no cesa jamás.
Derramen, derramen, lentas lágrimas.
En su curso profundo
ahoguen todos mis defectos y temores,
Y no dejen que sus ojos vean el pecado
sino a través de mis lágrimas.
Translation / Traduction / Übersetzung / Traducción : Héctor Alvarez